miércoles, 28 de septiembre de 2016

El cuentista Julio Cortázar

5/10/2016
El cuentista Julio Cortázar
17:00-17:30
Introducción de la vida y obra del narrador argentino.
17:30-18:15
Lectura y comentario (siempre grupal) del cuento “Casa tomada”.
18:15-18:30
DESCANSO (hay una vinatería rica en la esquina de la sede)
18:30-20:00
Debate y tertulia, con el apoyo de la entrevista en A fondo. ¿Puedes escribir un relato en 140 caracteres? Seguro que sí. Lo intentamos.


Objetivos:

-Conocer la vida y la obra de Julio Cortázar a partir de un relato representativo.
-Crear un diálogo entre distintas lecturas.
-Ofrecer un espacio de debate abierto desde un texto (canónico o no).
-Vincular y delimitar los distintos géneros literarios, así como conectar la literatura con otras redes.
-Motivar la creación literaria a partir de la escritura y lectura de un texto hiperbreve.

Contenidos:

-Obra de Julio Cortázar (para posibles dudas o solicitudes).
-Cuento “Casa tomada”.
-Entrevista a Julio Cortázar en A fondo (https://www.youtube.com/watch?v=_FDRIPMKHQg).

Metodología:

-Promover, mediante el debate y participación de todos, el intercambio de interpretaciones generadas por la multiplicidad de lecturas de un mismo texto.

Tareas:


-Invitar a leer Rayuela como experimento narrativo, pero incidir especialmente en su labor como cuentista.

En el enlace de Bibilo3 se encuentra una antología que abre "Casa tomada", de Cortázar. Además, encontramos otros textos  clásicos. La entrevista de "A fondo" complementa la lectura de una de las mejores plumas en la lengua española.


21 comentarios:

  1. Me encantará releer "Casa tomada". Creo que me provocará la misma sensación de angustia de la primera vez. Una claustrofóbica. No quiero adelantarme a las interpretaciones del resto, pero me causa la incertidumbre de no saber si lo que espanta a los protagonistas es la otra presencia en la vivienda (seguramente recordará a Los otros, de Amenábar) o que les obliguen a ser libres. ¿La casa es la cárcel de la monotonía o, por el contrario, les salva de lo que hay fuera? De paso, recomiendo a los que no conozcan mucho a Cortázar que empiecen leyendo Historias de cronopios y de famas. No quedarán indiferentes.

    Aprovecho este comentario para darle también las gracias a Marisa por el poema de Benedetti. Me he quedado colgada de estos versos: "¿Se sentirá el ombú en su pampa de rocío / casi un hermano de la ceiba antillana?". ¡Qué imagen, Marisa!

    La cuestión de los árboles me ha hecho pensar, además, si he visto en algún otro poema o novela una relación tan estrecha con su simbología, y me ha venido a la mente una novela que he leído este verano, Los habitantes del bosque de Thomas Hardy. La importancia del paisaje y cómo se integran las personalidades de los protagonistas en esas tierras enraizadas de robles y pinos es fantástica. También lo recomiendo.

    ¡Un fuerte abrazo!

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    1. Qué necesarios son tus comentarios, Ana. Me parece que los espacios domésticos de este cuento de Cortázar se aplican a la situación de Argentina. Gracias, igualmente, Marisa. La casa como ciudad pequeña. La cosificación. Me vienen muchas interpretaciones, como buen texto. Me quedo con la casa que es "cárcel de la monotonía". Su "hogar" se reduce, se encoge. No creo que les salve "de lo que hay fuera". ¿Qué hay fuera y qué hay dentro? Desde fuera o desde dentro, un interrogante inquietante.

      Me apunto la novela de Thomas Hardy. El paisaje y el paisanaje se integran. Se explican.

      Por otro lado, anoto un par de libros que nos recomienda Miguel García:

      -De oficio lector, de Bernard Pivot.
      -Jambalaya, de Albert Forns.

      Ojalá, Miguel, consigas añadir comentarios en el blog. Gracias a quienes hacéis esta Tertulia.
      ¡Abrazos!

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    2. Gracias, Ana! respecto a la casa tomad, yo me permito hacer otra lectura diferente a la de Nacho. Y esto, revalida lo que dice Cortázar respecto a que una de las grandezas de las lecturas radica en la pluralidad de interpretaciones que permite un relato o un cuento. El dice, y yo le creo, que casa tomada fue escrita de una "sentada" al despertar de un sueño. Y conociendo el contexto socio político del país en la época en que fue escrito, me atrevo a decir que el sueño está totalmente cargado de simbolismos y refleja los miedos y el asedio bajo el cual se vivía.Si me preguntas, si me gusta el sicoanálisis, te digo que si! me gusta analizar las cosas, lo siento, es una constante. Para mi, la casa es el país, la casa grande de cada uno de nosotros, los que toman la casa representan al sistema político vigente entonces; y el tirar la llave representa el deseo de que nadie pudiera volver a entrar en ese mundo oscuro y poblado de fantasmas que era el país de entonces. MI modesta lectura y muy sintética, es ésta. Un abrazo!

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  2. https://youtu.be/uGGOv3t3BMo
    este enlace es de casa tomada leída por Cortázar

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  3. este enlace es el preámbulo para dar cuerda a un reloj, que si nos da el tiempo podremos hablar un poquito de él en la próxima
    https://youtu.be/CO-Fa1de7sM

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  4. Este enlace es de "Instrucciones para dar cuerda al reloj"
    https://youtu.be/1Ey1sVbs0c4

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  5. Entre las páginas de "Historias de Cronopios y Famas" he encontrado un recorte de prensa de septiembre de 2006. El texto es de Manuel Rivas y trata de una exposición sobre Cortázar que tuvo lugar en Santiago de Compostela. Pienso que es interesante.

    http://elpais.com/diario/2006/09/24/cultura/1159048804_850215.html

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    1. Completo e interesantísimo artículo de Manuel Rivas sobre Cortázar. Muchas gracias, Reme. Hace tres otoños la Universidad de Alicante conmemoró el medio siglo de Rayuela. Adjunto también el enlace:

      http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/11/alicante/1363007977.html

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    2. Reme, muchas gracias por tu enlace. Es interesante y muy agradable de leer.

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  6. Queridos tertulianos: el viernes 28 de octubre Elvira Sastre y Adriana Moragues ofrecerán un recital poético en Las Cigarreras (Alicante). Son dos de las poetas jóvenes más activas y leídas, junto a Irene X (según veremos en una de las últimas sesiones de la Tertulia). Copio el enlace por si os interesa:

    http://www.eventosyentradas.com/entradas/elvira-sastre-y-adriana-moragues-recital-poetico

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  7. Aprovecho este comentario para dar la enhorabuena a todos los compañeros de la tertulia que han escrito y leído hoy, ya que no he tenido tiempo de cambiar impresiones con la mayoría (los relojes cortazarianos, que nos restan momentos).

    Os dejo mi texto a continuación:

    INSTANTÁNEA EN LA ORILLA

    El anaranjado caduco cae sobre los árboles impermeables. Octubre contempla cómo se desgasta el verano en la encrucijada del ramaje. Llega el otoño capitaneando drakares que escupen atardeceres nostálgicos en el Mediterráneo, y Clara piensa en míticos carros de fuego. Respira sosegada en la orilla mientras la espuma le cosquillea la piel. Ha perdido la noción del tiempo, tal vez por eso imagina que ha transcurrido la luz de una estrella desde que muere hasta que se apaga. Las velas níveas del velero que recorre la costa le parecen el camuflaje de una llamarada en las olas, el nacimiento de Venus en los dedos de Botticelli, la primera estrofa de la rima XIII de Bécquer. Las pisadas de arena y sal en la playa la llevan por un camino que se difumina bajo el agua. Se detiene en la confluencia de huellas dando vueltas en redondo, y ahí, de pie, no puede evitar preguntarse si Skármeta sería capaz de encontrar un cartero que la visitase con bicicletas submarinas en esa apartada orilla tenoriana. O si, por casualidad, Bioy Casares la convertiría en una isla de invenciones y hologramas condenados a la eternidad otoñal, a su apaciguada calma y al olor del rocío vespertino. Y si además, después de todo, pudiera Cortázar darle instrucciones para desandar la sombra parda de sus pies y regresar al horizonte cítrico del que proviene esa luz, entonces no habría escapatoria a la ausencia, ni al silencio, ni a la calma de la estación que renace de las cenizas de la tierra y las nubes que ardieron en agosto.


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  8. Este segundo comentario es en calidad de "secretaria" (como él mismo ha bromeado) de Miguel, que me ha pedido que compartiese los siguientes libros sobre Cortázar, y así nos podamos acercar un poco más a su obra:

    -Planells, Alberto (1979). Cortázar: metafísica y erotismo, Visor.
    -Paredes, Alberto (1988). Abismos de papel: los cuentos de Julio Cortázar.
    -Cuentos macabros, de Edgar Allan Poe. Traducción de Julio Cortázar.


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  9. Muchas gracias, compañeros. Es un gustazo escucharos y leeros. Fantástico texto, querida Ana, más allá del significado que Cortázar le diera a "fantástico". Lo que escribimos ya no puede ser una expresión independiente de las obras que nos preceden. Muy buenos apuntes, Miguel. Ahí va lo que hice:

    DESDE DENTRO

    Supe que estábamos en otoño porque llovían flores. Desde la ventana veía cómo los árboles del jardín se desprendían disimuladamente de pequeños pero infinitos brotes anaranjados. Caían pendulares, sin hacer ruido. Nunca había visto algo así, pero desde fuera me lo habían advertido. Estaba preparado. Eran tantas que enseguida ocultaron mi casa. Cerré con llave, me tumbé en la cama y le di la vuelta a la almohada. Desde entonces, desde luego, viviríamos desde dentro.

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  10. Añado el párrafo donde Cortázar explica qué es el cuento:

    Alguna vez he comparado el cuento con la noción de la esfera, la forma geométrica más perfecta en el sentido de que está totalmente cerrada en sí misma y cada uno de los infinitos puntos de su superficie son equidistantes del invisible punto central. Esa maravilla de perfección que es la esfera como figura geométrica es una imagen que me viene también cuando pienso en un cuento que me parece perfectamente logrado. Una novela no me dará jamás la idea de una esfera; me puede dar la idea de un poliedro, de una enorme estructura. En cambio el cuento tiende por autodefinición a la esfericidad, a cerrarse, y es aquí donde podemos hacer una doble comparación pensando también en el cine y en la fotografía: el cine sería la novela y la fotografía, el cuento. Una película es como una novela, un orden abierto, un juego donde la acción y la trama podrían o no prolongarse; el director de la película podría multiplicar incidentes sin malograrla, incluso acaso mejorándola; en cambio, la fotografía me hace pensar siempre en el cuento. Alguna vez hablando con fotógrafos profesionales he sentido hasta qué punto esa imagen es válida porque el gran fotógrafo es el hombre que hace esas fotografías que nunca olvidaremos –fotos de Stieglitz, por ejemplo, o de Cartier-Bresson− en que el encuadre tiene algo de fatal: ese hombre sacó esa fotografía colocando dentro de los cuatro lados de la foto un contenido perfectamente equilibrado, perfectamente arquitectado, perfectamente suficiente, que se basta a sí mismo pero que además –y eso es la maravilla del cuento y de la fotografía− proyecta una especie de aura fuera de sí misma y deja la inquietud de imaginar lo que había más allá, a la izquierda o a la derecha. Para mí las fotografías más reveladoras son aquellas en que por ejemplo hay dos personajes, el fondo de una casa y luego quizá a la izquierda, donde termina la foto, la sombra de un pie o de una pierna. Esa sombra corresponde a alguien que no está en la foto y al mismo tiempo la foto está haciendo una indicación llena de sugestiones, apelando a nuestra imaginación para decirnos: “¿Qué había allí después?”. Hay una atmósfera que partiendo de la fotografía se proyecta fuera de ella y creo que es eso lo que le da la gran fuerza a esas fotos que no son siempre técnicamente muy buenas ni muy memorables que otras; las hay muy espectaculares que no tienen esa aureola, esa aura de misterio. Como el cuento, son al mismo tiempo un extraño orden cerrado que está lanzando indicaciones que nuestra imaginación de espectadores o de lectores puede recoger y convertir en un enriquecimiento de la foto.

    Julio Cortázar, Clases de literatura: Berkeley, 1980 (Edición de Carles Álvarez Garriga), Madrid, Alfaguara, 2013, págs. 30-31.

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  11. Hola a todos! En primer lugar, dar infinitas gracias a Ana por la lectura de mi texto cuando la tesis doctoral me tiene esclavizado, y que incorporo igualmente aquí para que quede testigo de mi paso por el magnífico ciclo literario que organiza y conduce Nacho, compañero de mil batallas. Y, segundo, felicitar igualmente los escritos que leo y me seducen, que me comunican y me hablan.

    :)

    "Otoño sin grises ni tristezas"

    El otoño no huele a fruta podrida ni a flores secas. Tampoco las nubes cubren el sol y el viento te golpea a la cara. No hay grises ni tristezas cuando el otoño es simplemente la siguiente estación después de conocerte, es decir; son los meses que suceden a los días que, en verano, jugamos a mirarnos, besarnos y perdernos en la playa.

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  12. Gracias a todos por estas entradas tan magníficas que habéis incorporado. Un placer leerlas!

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  13. "Viva el otoño"

    Yo no se Uds. pero a mí me encanta el otoño, y aunque se hayan acabado las vacaciones estivales, es de agradecer la fresca de las noches en las que por fín nos podemos tapar.
    Parece que las cosas vuelvan a su sitio, nosotros al hogar, los chavales a la escuela, a retomar la buena costumbre de estar a las 10 en casa, acostarse pronto y madrugar.
    El recogimiento y la vida familiar ondean como bandera al viento. Los quioscos de prensa refuerzan este sentimiento, con el afloramiento en las hojas de los cientos de coleccionables que lanzan en este tiempo: de bricolaje, de grandes de la literatura, de historia, las colecciones más dispares, y no digamos de los de maquetas, y especialmente aeromodelismo.
    Parece que al coincidir el otoño con el inicio del curso escolar, no solo los niños y jóvenes se ven afectados, si no que se extiende a modo de contagio a todo el mundo, llenándose de deseos de superación. Es el momento de apuntarse al gimnasio, para curtir nuestro físico; a la escuela oficial de idiomas, con esperanza de visitar lugares remotos; a la academia de música, para desarrollar nuestras capacidades rítmicas; o incluso a un taller literario para dar rienda suelta a nuestras historias llenas de creatividad.
    Este curso sí, este curso despertaré de la modorra de los últimos tiempos y encauzaré mi vida. ¿No les parece esto suficiente para desear el otoño?. (Piénsese que hasta año nuevo no se les brindará la oportunidad de soñar con llevar a cabo el cambio, ese tan deseado que postergamos una y otra vez).

    ¡viva el otoño!

    Vicente Carrillo.

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    1. Muchas gracias por compartir tu texto, Vicente. Una descripción muy acertada y real del otoño. Estoy de acuerdo en cada placer que genera este otro año. ¡Abrazo!

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  14. He estado leyendo los últimos comentarios del otoño y de Cortázar, y me han encantado!. Cada uno de nosotros, tiene su particular visión de esta estación del año, y yo, aunque de manera tardía (pro diversas circunstancias) me permito incorporar mi modesta y muy subjetiva mirada que el otoño me sugiere.
    Otoño
    "Equinoccio de septiembre, hadas del otoño saludan tu llegada, te acercas en silencio con la mirada lánguida, el murmullo acompasado y un acorde de baladas que salen a tu encuentro.
    Llegas distante y sereno, y llamas a la calma. Remembranzas umbrías asomándose en mi cielo y un soplo de aire fresco, me delata tu presencia. Te enmarañas en mi pecho como una enredadera, agitas mis cabellos y te cuelas insolente en las rendijas de mi puerta. Te recibo, viejo amigo.
    Llegas en las aves que surcan este cielo, buscando presurosas nuevos horizontes. Ellas emigran igual que mis anhelos. Tú llegas despacito, en silencio, susurrando en el viento, colgándote en las ramas de los viejos robles, madurando los castaños que te acogen con ternura. Los pétalos al viento y las gotas de rocío salen a tu encuentro, y tu presencia aletargada acaricia los colores que, reverentes, se apagan a tu paso.
    Tú llegas, y tiñes mi paisaje de grises y de ocres, y una sombra de nostalgia deslizándose en mis ojos, deshace los retazos de un verano que se aleja presuroso anhelando primaveras.
    Otoño, de mi vida y de mis años, de mi calle y mi paisaje, hay algo en tu presencia que llena mi alma de emociones encontradas. Cadencias de amor y miedo; de encuentro y despedida. Eres un viejo amigo que retorna y un preludio de invierno que se vuelve escarcha.
    Estás aquí de nuevo, compañero de las sombras largas. Tú tocas a mi puerta, y yo celebro tu llegada; tú convocas los fantasmas y me hablas de recuerdos y nostalgias bienvenidas; yo te cuento mis silencios y mis últimas tristezas, mientras juntos dibujamos pinceladas de este tiempo que, lentamente, también nos deja."
    marisa

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    1. Gracias por ofrecernos tu escrito, Marisa. Aún recuerdo cuando lo leíste. Ese último párrafo me transmite el reloj de Cortázar, la oscuridad de Girondo, la memoria de Benedetti y el duelo de Quirarte. ¡Abrazo enorme!

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  15. Adjunto el texto de María Elena Tarapow. Muchas gracias :)

    OTOÑO
    María Elena Tarapow Martínez

    Nunca le habían gustado los otoños. Esa estación de tránsito entre el esplendor del verano y el frío crudo del invierno. En otoño, todas las hojas por el suelo, días ventosos, algunos incluso lluviosos, árboles sin hojas, casi sin flores,… un nuevo ciclo lectivo… el 1 de septiembre, a presentarse en el Centro educativo. Y a empezar la ardua tarea del trabajo docente, en la que se sucederían días gratos y otros más bien malos, con un sinfín de papeles que completar, rellenar, consensuar, para dejar archivado allí donde nadie los va a leer pero hace falta dejarlos. ¡¡¡ufff!!!
    Ese otoño sería distinto. El 1 de septiembre estrenaría su jubilación así que en lugar de ir al Centro, iría a la playa, uno de sus grandes momentos placenteros.
    Y así lo hizo. Le tocó un día precioso, sereno, de olas mínimas, ideal para llevar un buen libro, darse un suave baño, en una playa ahora casi vacía.
    ¿Y algo más? Pues sí, había algo más. Un viaje a una isla sin otoño, o tan tenue que resultaba imperceptible. Arboles esplendorosos, muchos de ellos centenarios, flores de las cultivadas y de las silvestres tapizando toda la isla.
    Entonces sintió, como nunca antes, que el otoño podía ser también una hermosa estación. Ahora se abría un espacio que dejaba tiempo para inventar nuevas respuestas al paso de la vida.
    La inundó una paz pletórica de haber llegado a ese punto y hacerlo de esa manera. El invierno sucede al otoño, pensó, pero luego otra vez la primavera. Sería cuestión de acumular unos granitos para aguantar su paso hasta la próxima…
    Vivió por primera vez un otoño playero. Casi cada día, se iba un par de horas a hacer una larga caminata por la orilla, a disfrutar con otro capítulo más del hermoso libro que estaba leyendo , un bañito al mediodía.
    Y por la tarde, reordenar su biblioteca. Deshacerse de todo lo que ya leído no volvería a leer, o alguno no leído que no leería nunca. Y así dar cabida a los que tenía pendientes en la larga lista de intereses. Ya no cabían. ¿comprar un e-book? Buena solución en cuanto a espacio. ¡¡¡Pero es que le gustaba leer y anotar a veces, algo al lado, volver a la página tal que recordaba con precisión!!! Mientras ordenaba por orden alfabético los que ya tenía, fue haciendo también por primera vez, un archivo en Word. Y fue descubriendo que había en su biblioteca mucho más pendiente de lo que podría leer, aunque viviera los 140 años previstos. Así que postergó su decisión para el próximo otoño, el de a un año vista, y se dedicó a disfrutar de los que había guardado porque sí los volvería a leer cuando tuviera tiempo. Ahora lo tenía.
    Las hojas de los árboles y las de los libros, se sucedieron sin descanso. Pero a medida que releía o leía, fue encajando la idea de que ningún libro le traería más saber del que ya tenía sobre las grandes cuestiones que le inquietaban: el sentido de la vida, lo irreductible de la muerte.
    Así que fue cerrando poco a poco las páginas, y confirmó que éstas, como las del otoño, rebrotarían en otra primavera, en su descendencia , en nuevos escritores , en ella misma. Ahora también habría tiempo para escribir.
    Que el peso de los ya consagrados, no le tapara su particular manera de decir sobre el mundo con sus luces y sombras. Se sintió como un árbol en otoño, desnudo, recién podado. Y tuvo un poco de frío…

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